Me gusta cantar en el coche. Hace unos años,
tras un episodio triste en mi vida, me di cuenta de que iba conduciendo y que habían
desaparecido las ganas de cantar. Ni siquiera tarareaba. En ese momento pensé,
¿volveré a ser feliz algún día? Creía que la tristeza duraría eternamente, pero
poco a poco, paso a paso, todo vuelve a encajar.
Eres feliz de otra manera, aprendes a asumir
lo que la vida te trae y…vuelves a cantar. Sin pensarlo, un día sucede.
Ayer volvió a pasar, de camino al trabajo.
Día 1 de septiembre, curso nuevo y ganas de empezarlo bien. Estaba parada en un
semáforo y me di cuenta de que estaba cantando después
de muchas semanas. "A mi manera, despelucado" sonaba en la radio. Tiene gracia...No quiero decir que he vuelto a ser feliz, pero sí estoy empezando
a resolver el paréntesis, y eso anima.
Cuando todo empezó, hubo varias personas que
me dijeron que esto sería un paréntesis. Me sorprendió que distintas personas
definieran esta etapa de la misma manera sin haberse puesto de acuerdo. Es más,
incluso coincidieron en la duración del mismo, un año.
Y así me lo planteo, como un paréntesis que
ojalá sólo dure un año, y cuyo resultado no altere demasiado mi ecuación vital.
Al principio el paréntesis era inabarcable,
todos los aspectos de mi vida se vieron afectados por el tumor y era imposible
ver más allá de la maraña.
Y eso que ya conocía el resultado, un valor
negativo. Lógico considerando que el paréntesis supone pérdidas: pérdida de
salud, pérdida de una parte del cuerpo, pérdida del control. Pierdes, restas y
divides.
El resultado del paréntesis no lo puedo
cambiar, por más que me duela y por más que llore. Lo que sí puedo hacer es intentar
sacar de esa maraña negativa los aspectos positivos, las cosas buenas, las prácticas
que sumen, o mejor que multipliquen.
No quiero que toda mi vida esté dentro de un
paréntesis, no quiero que el tumor lo abarque todo.
Y en eso estoy ahora, intentando recuperar
rutinas pre-tumor que me hacen sentir bien, que me hacen sentir normal. Se ha
acabado el verano y toca volver al cole, volver a trabajar, volver a ballet,
volver a hacer mi vida e incluso volver a reír un par de veces o tres al día. En esas rutinas recuperadas he incluido una
nueva, las sesiones de quimioterapia.
Ya han pasado dos, quedan diez, y de momento las
sigo llevando bastante bien. El pasado martes fue la segunda, y sigo sin
efectos. Nada de nada. Mis neutrófilos se han recuperado y mi problema ahora es
que las transaminasas están un poco alteradas. Eliminar el veneno es bastante
trabajo para el hígado y le está costando. Frente a eso poco puedo hacer, sólo
beber mucha agua y cuidarme si cabe un poco más. Aparte de eso, no he tenido
nada más y que dure…
La semana próxima será importante, por el
tercer taxol, por mis transaminasas y porque tengo cita con el cirujano. Otro
paso, otra operación matemática que se resolverá.
Las reglas de operaciones dicen que los
paréntesis se resuelven desde dentro hacia fuera así que…seguiré sacando lo
bueno, seguiré buscando rutinas y seguiré cantando en el coche…
Pues cantas muy bien. Y tus acompañantes de canciones, Paloma y Claudia, se lo pasaron estupendamente cantando en tu coche el último viaje a la playa.
ResponderEliminarNo dejes de hacer las cosas q te definen.
Eres Luchi en estado puro.
El próximo viaje me llevo yo las canciones, tanto piki-piki.
Pues cantas muy bien. Y tus acompañantes de canciones, Paloma y Claudia, se lo pasaron estupendamente cantando en tu coche el último viaje a la playa.
ResponderEliminarNo dejes de hacer las cosas q te definen.
Eres Luchi en estado puro.
El próximo viaje me llevo yo las canciones, tanto piki-piki.
Con las pikis a grito pelao en el coche es fácil!! De viaje donde quieras, regeton que no falte!!!
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